Puesto que Grace ha sufrido bastante con las otitis, este verano hemos preferido no meterla mucho en el agua, pero finalmente se ha recuperado (hace ya tres meses que no ha recaído) y decidimos llevarla para que conociera el agua.
Al principio le costó un poco pero finalmente se lo pasó en grande. Además, fuimos a un sitio tranquilo donde ella se tomó todo el tiempo necesario para familiarizarse con este nuevo elemento para ella.
Os dejamos las mejores fotos!