Este post no será tan agradable como siempre… Aquí tenéis a Grace después de haber sido operada de un otohematoma.
Un otohematoma es una inflamación del oído externo. Se acumula sangre o líquido entre el cartílago y la piel interior de la oreja. Las causas pueden ser varias: otitis, infección, un golpe o simplemente rascándose (ya sabéis lo brutos que son cuando se rascan). En el caso de Grace es debido a un golpe o bien por rascarse, a saber. Se produce un hematoma y se acumula sangre que no puede ser absorbida puesto que en las orejas existen pocos vasos sanguíneos que puedan reabsorber la sangre acumulada. Esta es una dolencia muy habitual, sobretodo en perros de orejas caídas y, cómo no, a Grace le ha tocado…
Grace ya hace un par de meses que tiene el otohematoma. Se lo hemos intentado ir vaciando (bueno, nosotros no, el veterinario! Nunca lo hagáis vosotros mismos) para evitar la cirugía, pero volvía a aparecer y al final hemos decidido operarla. Además la operación de vaciado es bastante dolorosa para ellos.
Como veréis la operación parece una auténtica carnicería, pero es absolutamente normal. Se vacía la zona, se realiza un incisión que se deja abierta para que drene después de la operación y se aplican diversos puntos para unir de nuevo la zona ‘despegada’ entre la piel y el cartílago donde estaba la acumulación de sangre.
Y nada más, ahora muuucha paciencia y en un par de semanas a quitar los puntos.
ACTUALIZACIÓN: Dos semanas después de las primera fotos, justo antes de quitar los puntos este era el aspecto. Podréis ver que los puntos por la parte exterior han ‘desaparecido’. Lo que pasó es que, debido a la inflamación, los puntos quedaron enterrados. Esto dificultó un poco su extracción (fue necesario sedar a Grace), pero por lo demás todo fue bien:
ACTUALIZACIÓN: Y esta es una foto, dos semanas después de quitar los puntos. Tiene la oreja muy bien, aunque aún se está acabando de recuperar. Estamos muy contentos de como ha ido todo, y Grace también. 🙂
Esperemos que no se vuelva a reproducir!