Ayer al mediodía esterilizamos a Grace. Hace ya algunas semanas que lo teníamos pendiente pero le vino el celo y lo tuvimos que aplazar.
La operació duró alrededor de una hora (le extirparon los dos ovarios y el útero) y también aprovechamos para cerrarle una pequeña hernia umbilical que tenía de nacimiento. Hoy ya está mucho mejor y esta mañana ya ha empezado a comer. Si todo sigue su curso en 2 o 3 días estará totalmente recuperada, aunque estará toda la semana sin hacer movimientos bruscos para que todo cicatrice bien.
Puesto que no pensamos hacer criar a Grace y para evitarnos problemas futuros tomamos la decisión de esterilizarla.
Grace al día siguiente de la esterilización
Esterilizando a las hembras se consigue:
- Disminuir la aparición de cáncer de glándula mamaria, que aparece en aproximadamente un 25% de las hembras no esterilizadas después del cuarto celo, lo que supone que según las estadísticas 1 de cada 4 hembras no esterilizadas desarrolla este tipo de cáncer. En las hembras hay una influencia importante de las hormonas (principalmente los estrógenos y la progesterona) en el desarrollo de los tumores de mama. Las probabilidades disminuyen a un 0.05% en el caso de perras esterilizadas antes del primer celo, y en un 8% en perras esterilizadas después del primer celo. El porcentaje aumenta con cada celo que pasa.
- Prevenir la aparición de piometra o infección uterina. Alrededor del 80% de las hembras presentarán esta infección que pone en riesgo su vida y que es totalmente prevenible al realizar la esterilización. Esta infección se presenta sin importar si la hembra ha sido cruzada alguna vez, nunca, o varias veces; la razón por la que se presenta esta patología es la presencia de hormonas relacionadas con el ciclo sexual de la hembra no esterilizada, cada celo que pasa incrementa el riesgo. El uso de inyecciones hormonales para evitar el celo tiene efectos secundarios muy severos, dentro de los cuales se incluye la piometra pero también otras como diabetes, tumores mamarios, o enfermedades de la vesícula biliar, por lo que no se recomienda el uso de dichos medicamentos para evitar el celo o para prevenir la gestación después de una cópula no deseada.
- Eliminar el riesgo de desarrollar enfermedades del útero y de los ovarios, los cuales ocurren con frecuencia en las hembras. El costo de tratar enfermedades como la piometra o el cáncer de glándula mamaria es mucho mayor que el de realizar una esterilización. Realizar este tipo de cirugía en una hembra antes del primer celo tiene la ventaja adicional que la paciente, por su corta edad, se recuperará con mayor rapidez, y el riesgo anestésico es menor que en una hembra enferma o de edad avanzada.
La esterilización de las hembras no predispone a la obesidad, ni produce trastornos del comportamiento. Es necesario continuar con el mismo estilo de vida y adaptar la alimentación a la nueva actividad de la perra. En ocasiones, algunos animales pueden subir de peso tras ser esterilizados; la causa de esto suele ser un exceso en la alimentación y falta de actividad. La esterilización sí produce una ligera disminución en la tasa metabólica, causando un decremento en las necesidades energéticas y calóricas del paciente, por lo que se les debe disminuir un 25% la cantidad de alimento que consumen diariamente. El cuerpo del paciente no presentará ningún otro cambio.
En definitiva: la esterilización incrementa la calidad de vida y la longevidad de la hembra.